Yo vivo y revivo constantemente la deconstrucción, la pérdida o el lastre que hay que soltar como una forma de seguir avanzando por el camino; como en aquellos exámenes que si conseguías aprobar, te eliminaban materia de estudio para la siguiente prueba... pero el concepto examen no me gusta. Ya no quiero demostrarle nada a nadie, en primera instancia (de forma implícita todos buscamos esa aceptación).
Luego he visto que me estoy volviendo cada vez más simple y a la vez más exigente en determinadas facetas de mi conducta... He descubierto y he llegado a admitir mis contradicciones, pero buscando alguna conexión en todo, descubrir esas conexiones me fascina y, en el fondo, me ayuda a sentirme coherente a lo largo del camino que voy transitando...
Lo bueno del camino... una vez asimilas tus raíces es que sabes a dónde vas... y tienes una idea de cómo te gustaría que fuera... el resto, se lo dejo todo a la intuición y a las sorpresas que me traiga la vida.
Un abrazo, amigo!
|