Aquella noche todas las grillas tenían la regla o les dolía la cabeza, la chirriante melodía de los machos de grillo era mi único acompañamiento por el camino de vuelta y esta noche se les siente especialmente inspirados en su cantar para buscar unos favores sexuales que parece que no llegan. Los oigo y pienso que soy un desgraciado como ellos, pero lamentablemente para mi, ellos tienen la ventaja de ser bastante más simples, en esa simpleza basan sus reclamos. La vida de un grillo puede ser maravillosa si no aparece un gilipollas con una botella de Coca-Cola de dos litros llena de agua dispuesto a inundarte la madriguera para hacerte salir, capturarte y ofrecerte como sacrificio a un lagarto que tiene dentro de un terrarium a la temperatura ideal para tu muerte. Hay maneras dignas de morir para un grillo, que te caze un depredador por sus propios méritos es una de ellas, pero que te capture un tipo para ofrecerte como merienda de un animal inútil que seguramente jamás ha caminado mas de dos metros sin tener que darse la vuelta varias veces es triste, muy triste. Un grillo debe frotar sus patas contra sus elitros para emitir una señal de contacto, y debe hacerlo mejor que otro puñado de grillos que hace lo mismo, con el aliciente añadido de que si el no jode, se joden todos...o follo o aquí no duerme nadie... esa es la vida del grillo, pero esta noche podrían frotarse hasta sangrar, si es que tuvieran sangre, porque ellas van a ignorar todos los intentos, por elaborados que parezcan, esta noche quedará virgen para los grillos y para los humanos, que además no podrán dormir... espero que mañana las cigarras y las chicharras hembra vengan con mejor cara, porque yo necesito dormir ya sea solo u acompañado, aunque el sol se me clave en las sienes... ¿Quién coño me mandaría venirme de vacaciones a un camping?
El tío Bob.

Dolcezza, talla en madera de Salvatore Grillo,je,je,je.