Camino por el Gótico mirando las sombras que se desdoblan en penumbras a la luz de las farolas y las puertas abiertas de los comercios, de los bares... pero se me escapan.
Camino por el Borne y no llego a ningún sitio, me cruzo con la gente que también camina, a veces en mi misma dirección, a veces contra mi y otras, cruzándose, poniendo en peligro mis pensamientos. Intento saber lo que piensan, saber de donde vienen sus prisas, si buscan algún lugar, si tienen objetivos concretos... pero se me escapa, unas decenas, unos cientos, demasiadas posibilidades y poca fe... pienso en cuando perdí la fe y en el tiempo que pasó hasta que aposté por ser feliz.
Camino por Ciutat Vella, me detengo a observar ahora que parece que nadie me observa. Soy un vendedor ambulante de ideas, pero el negocio no va bien, no hay demanda, parece que las decenas y los cientos también pueden hacer lo que yo y la verdad es que nunca supe venderme. no pienso en soluciones, no pienso en aciertos, solo se que el problema no es el precio.
Camino por El Raval, busco una actividad que me de más beneficio, pero acabo descubriendo que prefiero perderme, hacerme el mudo y seguir sin buscar, solo necesito que pase el tiempo, no voy a ningún sitio, no busco nada, solo necesito que pase el tiempo... y que no llueva mucho, solo necesito un día más de sequía pero las gotas golpean en el suelo y forman mil ríos de los colores de las luces artificiales...y se me escapan. Pienso en que podría chapotear, pero lo desestimo, prefiero caminar.
Camino por Gracia, no he de levantar la vista para saber donde estoy, pienso que podría trabajar en el cementerio de los desheredados, pero lo desestimo, tampoco parece un negocio muy rentable y además, prefiero a la gente viva y caminando. Posiblemente nos hayamos cruzado un par de veces, seguramente no nos hayamos dado cuenta.
El tío Bob 2007.